Las Siete Villas de Campo.

Pedro García Ruiz; Luís Argaiz Velasco; Pilar Pascual Mayoral.

EL PRIMER DOCUMENTO CONOCIDO.

Dos ilustres de la comarca de Moncalvillo publicaron en el año 1983 el primer trabajo de investigación sobre las Siete Villas de Campo, el profesor Antonino González Blanco nacido en Medrano e Hilario Pascual González en Hornos de Moncalvillo.

Este es precisamente el nuevo tema que proponemos desarrollar desde Historias de Moncalvillo. Comenzaremos por ofrecer un resumen basado en aquel interesante trabajo y en el libro que Hilario Pascual González dedicó en el año 2010 a la Villa de Hornos de Moncalvillo.

Según estos historiadores las Villas de Campo aparecen citadas por primera vez en un documento del año 1060, en el que la reina Estefanía, esposa de D. García, el de Nájera, dona unos terrenos próximos al Monasterio de San Julián de Sojuela a unos fugitivos que venían de la guerra:

“dono uobis ut habeatis plenariam partem com uillis de Campo, scilicet cum Fonte Maiore, cum Coscuios, cum Fornos, cum Medrano, cum Uiliela, cum Antelena, in exitibus, in pascuis, in aquis, in montibus, in pratis, in fontibus, et in omnibus términis, ut ipsi uobiscum et uso cumeis terminum pacifice possideatis”.

La identificación de estas Villas no presenta ninguna dificultad: Fonte Maiore es Fuenmayor; Coscuios unos pobladitos dispersos por el término de Corcuetos; Fornos el actual Hornos de Moncalvillo; Medrano que conserva la vieja denominación y Antelena que se corresponde con Entrena.

La séptima Villa de Campo era Tormenal y estaba situada probablemente en la margen izquierda del río Antiguo, aguas abajo de Fuenmayor. El hecho de que esta Villa no aparezca citada en el documento de la reina suponemos que es debido a que para entonces había sido absorbida por la Villa de Fuenmayor.

Coscuios eran unos pobladitos diseminados por los términos de San Pedro y San Antolín y de ellos se conserva todavía el topónimo Corcuetos, entre Navarrete y Hornos de Moncalvillo.

Tras la fundación de Navarrete hacia el año 1170 por orden de Alfonso IX, estos poblados se integran en la nueva villa fortificada atraídos por los privilegios que les concedía el fuero. Y una vez unificados, Navarrete ocupará el lugar de Coscuios en la Mancomunidad de las Siete Villas de Campo.

En el siglo XI las Villas de Campo eran seis y a ellas se añadirá Sojuela por decreto de la reina Estefanía. Pero las Villas nunca aceptaron esta imposición y mantuvieron como séptima Villa a Tormenal, tolerando la presencia de Sojuela aunque sin otorgarle igualdad de derechos. Dice un documento: “las otras Villas tienen sus términos comunes y Sojuela los tiene apartados”.

Pero esta situación no se prolongará eternamente. En el acta levantada en una reunión de “yunteros” de las Villas, celebrada en el año 1547, se deja constancia de que: “Sojuela había sido recibida en la hermandad porque las otras Villas, Velilla de Rad y Tormenal, estaban despobladas”.

Podemos resumir por tanto que de aquella estructura medieval que formaban las Villas de Campo seis permanecen habitadas en la actualidad, Entrena, Fuenmayor, Hornos de Moncalvillo, Medrano, Navarrete y Sojuela.
 

 
Entrena

Fuenmayor
 

Hornos de Moncalvillo

Medrano

Navarrete

Sojuela

UNA MANCOMUNIDAD MILENARIA.

El origen de esta estructura medieval hay que buscarlo antes de la donación de la reina Estefanía. De hecho, según Antonino González e Hilario Pascual las Villas de Campo existían antes de la invasión árabe.

El castillo de Daroca pudo ser construido poco tiempo después de que los árabes dominasen los castillos de Nájera y Viguera, y desde aquella fortificación el señor árabe controlaría el territorio de las Siete Villas de Campo y cobraría sus impuestos. 
 


Daroca
 

Poco tiempo después de la reconquista de La Rioja Media, que comienza  en el año 923 con la recuperación de los enclaves de Nájera y Viguera, el castillo de Daroca es propiedad de los Almoravit, pero el 14 de agosto de 1337 Alfonso XI ordena su compra y posterior destrucción. 

La segunda mitad del siglo XIV es tiempo de decadencia para el Señorío de Almoravit. Tras la venta y destrucción del castillo de Daroca, Teresa de Almoravit se desprende de todas sus propiedades y entre ellas del lugar de Sotés.

En el siglo XV las Villas de Campo sufren uno de los interminables enfrentamientos entre los Manrique de Lara y los Ramírez de Arellano, señores de Entrena y Navarrete, pero esta Mancomunidad continúa peleando por conservar sus derechos seculares estableciendo nuevos acuerdos y concordias que se prolongarán hasta el siglo XX.

 

 

 

CLAVES PARA UN PROYECTO.

La propuesta de un proyecto no tiene porque ir acompañada necesariamente de una gran inversión o de un extraordinario estudio técnico, pues también pueden conseguirse atractivos resultados promoviendo sencillas iniciativas como esta que ofrecemos a la Mancomunidad de los pueblos de Moncalvillo.

Esta joven Mancomunidad no puede olvidar la historia de las Siete Villas de Campo y su capacidad de mantener durante siglos una eficaz filosofía que quedó explicada con claridad en uno de sus estatutos:

“De goteras adentro la propiedad es individual y de goteras afuera, pastos, madera, aguas, etc., la propiedad es colectiva”.

Otro aspecto a destacar es la estratégica elección del territorio que ocuparon las Siete Villas de Campo. La prolongación del espacio desde las cumbres de Moncalvillo al río Ebro permitía explotar la cabaña ganadera durante las cuatro estaciones del año. Esta posibilidad de pastar y abrevar tanto en Moncalvillo como en las tierras bajas hasta el río Ebro, permitía un pastoreo basado en las trasterminancias liberando a los pastores de las duras trashumancias.

Una publicación sobre estos y otros episodios históricos, en cuya elaboración suponemos que participarían los expertos historiadores aquí citados, serviría también para dar a conocer otras particularidades de la zona de Moncalvillo y muy especialmente la belleza medioambiental de los pueblos de la zona.

Y existen además otras razones que justificarían esta pequeña inversión. Conocer la historia de la vieja estructura medieval permitiría realizar con eficacia ciertas actividades a la joven Mancomunidad. Nos consta que están trabajando en la creación de un futuro logo o distintivo propio, cuyo diseño permitiría incorporar símbolos relacionados con las Siete Villas de Campo, el número Siete, Moncalvillo, el río Ebro… 


BIBLIOGRAFÍA.

GONZÁLEZ BLANCO, ANTONINO; PASCUAL GONZALEZ, HILARIO. “Las Siete Villas de Campo. Entorno al origen de algunas estructuras medievales”, Cuadernos de Investigación. I Coloquio sobre Historia de La Rioja, Logroño 1, 2 y 3 abril, 1982, Tomo IX, Fasc. 2, Logroño 1983, pags. 101 – 112.

PASCUAL GONZÁLEZ, HILARIO. Historia de la Villa de Hornos de Moncalvillo (La Rioja), LR 2010.

       

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