Fiesta de Las Doncellas. Sorzano.

Gregorio Remírez Aranzadi - Luis Argaiz Velasco - Pedro García Ruíz

El texto de este nuevo trabajo que incorporamos a la serie Hermedaña ha sido elaborado por Gregorio Remírez Aranzadi, la portada, arreglos de imagen y maquetación son obra del profesor Luis Argaiz Velasco. Desde Historias de Moncalvillo hemos creído oportuno añadir un reportaje fotográfico para que los lectores conozcan a los principales protagonistas de la Fiesta. 

 PRESENTACIÓN.

Una de las romerías más bellas que se pueden admirar en La Rioja es la de Las Doncellas. Este bonito y singular acontecimiento tiene lugar todos los años en Sorzano, en la ermita de Nuestra Señora del Roble situada encima del pueblo, sobre una cota que domina el hermoso Valle del Iregua.
 


Vista de la ermita de Nuestra Señora del Roble en la actualidad.
 

Jóvenes vestidas de novia, portando enormes ramos de acebo cuajados de blancas flores, ascienden por la cuesta para postrarse a los pies de la Virgen de La Hermedaña.

El cortejo resulta algo insólito y sorprendente. La procesión tiene un colorido que alegra la vista: la gama de colores en los danzadores con sus trajes y sus cintas, el blanco deslumbrante de los vestidos y las flores, el verde brillante de los acebos, el rojo sangre de los pendones y la luz primaveral que inunda los campos.
 


Subida de Las Doncellas a la ermita de Nuestra Señora del Roble.
 

La curiosidad por el pasado, mezclada con la devoción, el encanto y la poesía que anida en lo sencillo, se apoderarán de cuantos vean esta romería.

EN TORNO A LOS ORÍGENES DE LA FIESTA.

Originariamente parece que la Fiesta de Las Doncellas tenía matices netamente paganos y es más que probable que haya que ponerla en relación con la religión practicada por los celtíberos y el culto a la fertilidad.

En primavera las doncellas casaderas eran ofrecidas a la diosa de la fecundidad, que posteriormente se cambió por la Virgen María. Con este fin acudían al bosque, cortaban ramas de acebo y flores silvestres para ofrecérselas a su patrona y se vestían con sus galas de novia, según la costumbre de cada época.

La patrona de Las Doncellas es la Virgen de La Hermedaña. Esta Virgen se veneraba en su ermita, situada a nueve kilómetros de Sorzano, en lo más alto y fragoso del monte Moncalvillo, en jurisdicción de Nalda, Viguera y Sorzano. Hundida en el año 1.836, del templo solamente nos quedan unas ruinas. Debajo de sus muros brota una abundosa fuente.

En esta ermita se veneraban dos imágenes: Una pequeñita, La Aparecida, que según la tradición encontró en un acebo un pastor, y otra de mayor tamaño, que es la que se lleva en la procesión.
 

          
La Hermedaña                                                               La Aparecida.
 

La actual procesión de Las Doncellas es fruto de una evolución paulatina pero no sustancial que al cabo de los siglos han sufrido antiguas romerías. Los archivos religiosos y municipales nos dicen que la Fiesta de La Hermedaña fue una fiesta de toda la comarca que, a modo de romería, el mismo día del año al principio, y en fechas distintas más tarde, celebraba cada pueblo.

En estos archivos antiguos se nombran los pueblos que conservaban la costumbre de peregrinar anualmente a la ermita. Apoyándonos en la tradición, en la historia, en la geografía y en los escritos éstos eran los que con toda certeza en unos casos y con probabilidad en otros, se integrarían en aquellas procesiones: Las Villas de Campo (Tormenal, Fuenmayor, Navarrete (Corcuetos), Entrena, Hornos, Medrano y Velilla de Rad, a las que posteriormente se unieron Sojuela y Albelda); Las Villas de Iregua (Viguera, Panzares, Pavía, San Prudencio, Nobajas, Castañares de las Cuevas, Nalda, Islallana y Sorzano); y otras villas como Manjarrés, Daroca, Sotés, Ventosa, Castroviejo, Nestares, Santa Coloma y Bezares.

Los pueblos tenían voto, antiguo de tiempo inmemorial, obligatorio en conciencia, de acudir cada año a la ermita de La Hermedaña. Se trataba de un voto colectivo. Cada pueblo enviaba una representación constituida por la parroquia, el ayuntamiento y por lo menos un vecino de cada casa, bajo la pena de ser castigados con una multa y en algunos casos se les negaban los sacramentos y la entrada a la iglesia, poniendo los nombres en la puerta.

¿Por qué se constituyó este voto? Tuvo que tratarse de una razón muy importante. Es una incógnita, no lo sabemos por los escritos, lo que demuestra que los orígenes de esta advocación son muy antiguos. Habría que recurrir a la tradición que se mantiene que el rey Ramiro I al pasar por este sitio para atacar a los moros y dar la Batalla de Clavijo tuvo el auxilio de esta Virgen.

O fueron otros motivos como una peste, una catástrofe o una guerra que no alcanzaron a estos pueblos. ¿Qué ocurrió? ¿Qué merced concedió esta Virgen?

Las referencias históricas más antiguas sobre La Hermedaña datan del año 1.398 año en que se reguló la explotación del monte Moncalvillo fijándose los límites de aprovechamiento de las Villas de Campo y las Villas de Iregua (Concordia de Sorzano). En el libro 4º del Archivo Municipal de Sorzano, en el año 1.672, se dice:

“Teniendo la dicha villa de inmemorial tiempo a esta parte boto, derecho, usso y costumbre guardada y observada de yr cada año en rogativa  y Procesión a la ermita que llaman de Ntra. Sra. de La Hermedaña que está sita en los montes de Moncalvillo”.

La procesión de Las Doncellas se realizaba por la tarde al regreso de La Hermedaña: “y desde el Portillo o Cruz de La Moza se ordenaba la procesión trayendo las jóvenes ramos de acebo (que llaman ruecas) perfectamente adornados”.
 


Doncellas con el ramo de acebo que algunos documentos llaman “ruecas”.
 

Y más adelante se añade: “Se tiene por tradición que las ruecas o ramos que traen las chicas proviene del extinguido Tributo de las Cien Doncellas que cesó a consecuencia de la Batalla de Clavijo”.

Esta creencia popular queda reflejada en un comentario que trae el P. Mateo Anguiano: “Bien creeré que habiendo subido por este sitio (la Sierra de Moncalvillo) el rey D. Ramiro I con su ejército a dar la batalla de Clavijo, tuvo el auxilio de esta soberana Señora, perpetua protectora de los ejércitos cristianos contra los infieles y defensora de las vírgenes como Madre de ellas”.
 


Castillo de Clavijo.

El origen, por tanto, de esta fiesta no es el famoso Tributo de Las Cien Doncellas, aunque es bien cierto que dicho acontecimiento se anexionó, como un agradecimiento a la Virgen, en éstas y en otras localidades de España donde existían fiestas de carácter femenino.

Esta es en efecto la tradición que se mantiene. Hay un hecho innegable y es que las romerías a La Hermedaña, en forma de procesión, siempre han contado con la presencia de Las Doncellas agradeciendo la liberación del tributo.

Esta fiesta pues existe desde tiempo inmemorial, sin interrupción alguna, y siempre se llamó Fiesta de La Hermedaña y procesión de Las Doncellas (no Cien Doncellas).

LA FIESTA DE LAS DONCELLAS EN LA ACTUALIDAD.

Hoy no se ha perdido el recuerdo de aquellas procesiones y sigue celebrándose la Fiesta en Medrano, Sojuela, Entrena y Manjarrés, pero solamente Sorzano conserva la antiquísima romería.

La Fiesta se trasladó del último domingo de abril al 15 de mayo y actualmente al tercer domingo de ese mes. Las Doncellas, en mayor o menor número, siguieron subiendo el ramo para depositarlo a los pies de la Virgen.

A partir del año 1.972 la Fiesta, que iba decayendo, resurgió con mucha mayor fuerza gracias al párroco D. José  Miguel Rubio Ibarra, pero muchos años antes también se celebraba con gran esplendor. En el año 1.896 aparece escrito en el libro de la Cofradía de Nuestra Señora del Roble:

“Muchas jóvenes, algunas venidas de Madrid a cumplir una promesa, llevaron el tradicional ramo. Ese día había una gran concurrencia de forasteros nunca vista en este pueblo y ascendiendo hasta once el número de sacerdotes que concelebraron la Santa Misa.
 


Misa de Las Doncellas presidida por La Hermedaña y la Virgen del Roble
 

Se lanzaban docenas de cohetes y se quemaban “coronas” de pólvora. Había mayordomos que, al igual que ahora, solían  hacer un regalo a Las Doncellas. En 1.883 el mayordomo D. Isidro Castroviejo, Ingeniero Jefe de Montes, natural y vecino de Sorzano y abuelo del célebre oftalmólogo D. Ramón Castroviejo, da “cuatro libras de dulces y azucarillos para las jóvenes que subieron la rueca y se les reparte el libro titulado El cuarto de hora de soledad “.

Curiosa y entrañable era la costumbre de los jóvenes de Entrena que demuestra el cariño que este pueblo ha tenido a esta Virgen: Cuando venían a Sorzano en la Fiesta de Las Doncellas se metían con disimulo la imagen pequeña, La Aparecida, en la faja, tapándola con la chaqueta, con el fin de llevársela. Los de Sorzano, siempre vigilantes, daban la voz de alarma y pronto era devuelta a su sitio.

Hoy día participan en este espectacular desfile muchachas casaderas vestidas de blanco, portando grandes ramos de acebo adornados con flores blancas. La ceremonia de ofrenda, con misa de campaña, se celebra al aire libre en una especie de anfiteatro.

Las flores que llevan las chicas son confeccionadas por todas las mujeres del pueblo. Estas flores de papel parece ser una modalidad que se introdujo en el siglo XIX. Antiguamente a los ramos se les denominaba “ruecas” y era común atar en sus ramas flores silvestres y numerosas cintas de seda.
 


Mujeres de Sorzano “vistiendo” los ramos de Las Doncellas.
 

El acebo tiene su razón de ser en el hecho de que la primitiva imagen de La Hermedaña, La Aparecida, se encontró, según la tradición, entre las ramas de este arbusto. En la ley que prohíbe la corta del acebo, aparece citado Sorzano como excepción “para que pueda mantener sus tradiciones”.

Los ramos eran cortados y adornados en el monte. Las jóvenes casaderas los bajaban ofreciéndolos después a la Virgen patrona del pueblo, Nuestra Señora del Roble. Actualmente se bajan del monte, unos días antes, pues la preparación es más costosa.


  Los principales protagonistas de la Fiesta.

CORTA DE LOS RAMOS.

Los ramos de acebo se cortan el sábado anterior a la Fiesta de Las Doncellas, con autorización de la Consejería de Medio Natural.

La intervención es organizada por el Mayordomo de la Virgen del Roble. Este día suben a Moncalvillo el Mayordomo con sus ayudantes y algunos voluntarios del pueblo.
 

      

       


“VESTIR” LOS RAMOS.

Esta parte de la Fiesta corre a cargo de las mujeres de Sorzano, aunque también en ocasiones colaboran algunos hombres cortando las ramas que no sirven y dando a los ramos la forma adecuada.

En Sorzano la tarea de adornar los ramos se conoce como “vestir los ramos”. Comienza al día siguiente de la corta y consiste en colocar flores blancas de papel, confeccionadas previamente por los vecinos en sus casas.
 

            

            
 

LAS DONCELLAS.

La Fiesta de Las Doncellas comienza con Misa Mayor y a la salida se forma la procesión. Está encabezada por las Doncellas, que desfilan formando una doble fila y en medio de ellas los pendones.
 

      

              

       
 

LOS DANZADORES.

Los danzadores ocupan en la procesión un segundo lugar. Realizan varias veces la danza del Santo a lo largo del recorrido que dedican a la Virgen de La Hermedaña.
 

       

                

        


LA VIRGEN DE LA HERMEDAÑA.

La Virgen es procesionada en tercer lugar. Delante de ella desfila el Mayordomo con la rosca y sus ayudantes llevan la imagen a hombros.

Detrás de la Virgen van los sacerdotes, el Ayuntamiento en pleno de Sorzano y las autoridades invitadas, y cierran el acto la banda de música, los vecinos del pueblo y visitantes.
 

    



      


LA MISA DE LAS DONCELLAS.

La Misa se celebra en un anfiteatro situado junto a la ermita de Nuestra Señora del Roble. Las Doncellas se colocan en las gradas y junto a ellas los sacerdotes y el coro.

Esta Misa es presidida por las imágenes de La Hermedaña y la Virgen del Roble.
 

     

              

         


BIBLIOGRAFÍA

Archivo Municipal de Sorzano.- Libros 4º, 5º y 15º

Archivo Municipal de Sorzano.- Libro 12º.-Sentencia Arbitraria dada en Sorzano en el año 1398.

Castroviejo A.- Diario La Rioja, 10 de mayo de 1896.

Libro de Cuentas de la Cofradía de la Virgen del Roble.

Matrícula de Almas de la Feligresía de Sorzano.
 

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