Las Romerías del siglo XXI a La Hermedaña.
Ped
ro García Ruiz; Luis Argaiz Velasco. Asociación Panal.


PRESENTACIÓN.

Gracias al “Libro de Acuerdos y Cuentas del Cabildo de la Iglesia de la Villa de Nalda”, conocemos hoy los caminos que utilizaron los pueblos del Iregua para subir en romería a las cumbres de Moncalvillo y el rito religioso de aquellas celebraciones.

Y gracias a una sencilla carta manuscrita ha quedado confirmado que tras hundirse la cubierta de La Hermedaña en 1836, varios pueblos de la zona continuaron cumpliendo el Voto de asistencia en la ermita de Nuestra Señora del Roble de Sorzano.

El siglo XX va a convertirse en el siglo del olvido de la Fiesta primitiva. Sorzano sustituye las romerías por la Fiesta de Las Doncellas; Entrena, Manjarrés, Medrano y Sojuela celebran su Fiesta particular y el resto de los pueblos va olvidando lentamente la vieja tradición.

Pero en el año 2003 surge una interesante iniciativa. Un grupo de personas de Hornos de Moncalvillo, Medrano, Nalda y Sorzano crean el Grupo Hermedaña y proyectan recuperar las ruinas de la ermita y el espíritu de las antiguas romerías.

El Grupo Hermedaña pone en marcha la maquinaria el mismo año de su creación. Organiza un programa de charlas informativas por los pueblos de la zona y promueve el primer Campo de Trabajo que iniciará en el año 2004 el desbroce de las ruinas. Además, este mismo año convoca la I Romería.

Las actuaciones de carácter arqueológico realizadas en las ruinas de La Hermedaña las daremos a conocer en un capítulo específico de Historias de Moncalvillo, pero antes queremos contar unas cuantas historias como esta que dedicamos a las romerías celebradas entre los años 2004 al 2013, cuyo proceso hemos ilustrado con los carteles utilizados para convocar a los pueblos de la comarca de Moncalvillo.


I Romería, año 2004


 

El cartel de la I Romería evoca el momento en que las ruinas del Santuario de La Hermedaña vuelven a recibir la luz del sol después de muchos años de abandono. Y dedica un primer plano a los voluntarios del primer Campo de Trabajo como agradecimiento a su colaboración en las tareas de desforestación.


II Romería, año 2005.


 

En el año 2004 circuló un rumor sobre ciertos comentarios despectivos hacia las ruinas de La Hermedaña. El Grupo Hermedaña decidió no “entrar al trapo” de semejante provocación pero quiso dejar constancia de su compromiso con el siguiente eslogan:

“Seguimos trabajando para que las paredes de La Hermedaña continúen en pié, indicando el lugar exacto en el que pastores, labradores, sacerdotes, alcaldes, hombres y mujeres de nuestros pueblos celebraron encuentros de hermandad”.


III Romería, año 2006.


 

En agosto de 2006 celebramos la III Romería. Los trabajos de desescombro habían permitido conocer algunas particularidades de las estructuras de la ermita, que resultaron sorprendentes en algunos casos como sucedió al encontrar un suelo de ladrillo en todo el edificio.

Uno de estos ladrillos portaba las huellas de un corzo, que suponemos dejó impresas el animal cuando merodeaba plácidamente por las proximidades del alfar.

Los elementos que destaca este cartel son dos: Un contrafuerte, que representa la intervención en las ruinas, y un grupo de romeros que asoma al valle invitando a las gentes de Moncalvillo a “dejar su huella” en la III Romería.


IV Romería, año 2007.


 

Las actuales romerías cuentan con una programación que nada tiene que ver con aquel protocolo religioso que vimos en las romerías del siglo XVII, pero en todas ellas hemos recordado los orígenes de la Fiesta y otros aspectos de la vieja tradición.

Son sencillas intervenciones, con anécdotas asociadas a las primitivas romerías, que preceden al almuerzo de hermandad.

Y estos son precisamente los momentos que quiere recordar el cartel de la IV Romería.


V Romería, año 2008.


 

La fuente de La Hermedaña simboliza el origen de este histórico lugar y por ello había que dedicarle un lugar preferente en uno de los carteles.

El vestigio arqueológico de mayor antigüedad hallado en las ruinas de La Hermedaña, es un molino barquiforme o de vaivén.

Este molino manual pudo ser utilizado por las gentes que cazaban y pastoreaban con sus rebaños junto a la fuente de La Hermedaña hace miles de años. Eran pequeños grupos que habitaron la comarca de Moncalvillo, entre el Periodo Neolítico y los siglos finales de la Primera Edad del Hierro, pues en época celtibérica estas gentes comienzan a utilizar el molino rotatorio manual.


VI Romería, año 2009.


 

El símbolo de la llave tiene su orígen en un suceso que relata de este modo José Miguel Rubio Ibarra en el libro La Fiesta de las Doncellas de Sorzano:   

“Como cada primavera, el 24 de abril de 1672 el pueblo de Sorzano subió en romería a La Hermedaña. Cuando la comitiva daba vista a la ermita era obligación del ermitaño salir a recibir a los romeros con la cruz procesional, pero curiosamente este año el ermitaño no salió al encuentro y cuando llegaron los de Sorzano al Santuario se encontraron con las puertas cerradas”.

“El alcalde envió a cuatro vecinos a Castañares de las Cuevas para pedir al mayordomo y casero que abriesen las puertas, pero estos les dijeron que habían recibido órdenes estrictas de D. Pedro Romero, vecino de Viguera, de que no diesen llaves a los de Sorzano, por lo que los vecinos de este pueblo tuvieron que volver a casa sin celebrar la romería tal y como acostumbraban”.

Pero el asunto no acabó aquí. Las villas implicadas entraron en un largo pleito que comenzó en tiempos de Carlos II y finalizó con su sucesor Felipe V con sentencia favorable al pueblo de Sorzano.

Esta anécdota la contábamos por los pueblos en las charlas informativas que impartió el Grupo Hermedaña, y también en algunas romerías, para que la gente conociese la importancia de estos actos en épocas pasadas.

En la I Romería, que como vimos se celebró el año 2004, surgieron algunas bromas entre romeros de Nalda y Sorzano a cuenta de este “conflicto histórico”, pero el asunto quedó zanjado aquel mismo año pues los miembros de la Asociación Panal fabricaron una gran llave que entregaron en la siguiente romería a la Asociación Amigos de Sorzano, firmando de este modo la “paz definitiva” entre ambos pueblos.

En las romerías sucesivas continúa celebrándose la Entrega de la Llave. Pero ahora le es entregada a un alcalde o un representante de una asociación y con ella la responsabilidad de custodiar las ruinas del Santuario. 


VII Romería, año 2010.


 

Unos días antes de cada romería sube a La Hermedaña un grupo de voluntarios para acondicionar en entorno de las ruinas.

Los trabajos más frecuentes son la siega de la hierba del recinto en el que se desarrolla la Fiesta y la recolocación de alguna piedra que pueda molestar o herir a los romeros.

Por su parte el retén de incendios de la Consejería de Medio Natural, desbroza los caminos de acceso a las ruinas, por orden de los ingenieros responsables de esta zona de Moncalvillo.

A los ingenieros de Medio Natural, al retén de incendios y a los voluntarios de los Campos de Trabajo y otros colaboradores de las Asociaciones de la zona, agradece el Grupo Hermedaña su colaboración, con este cartel de la VII Romería.


VIII Romería, año 2011.


 

Durante los meses de julio, agosto y septiembre son fiestas en la mayoría de los pueblos de La Rioja y los gaiteros deben “multiplicarse” para alegrar calles y plazas.

A pesar de la demanda, los Gaiteros de Navarrete cuyo grupo forman Félix Martínez, Juan Pablo Olarte, Santiago Hermosilla, Carmen Fernández, José Félix Zorzano e Iñaki, en varias ocasiones han subido a La Hermedaña para alegrar la mañana a los romeros, gesto que se agradece en este cartel.


IX Romería, año 2012.


 

Son tres los elementos a destacar en el cartel de la IX Romería.

En un primer plano aparecen los carteles de las romerías celebradas desde el año 2004 al 2011, que fueron expuestos para recordar el camino recorrido por todos los implicados en la recuperación de esta tradición.

Se representa también el acto de Entrega de la Llave en presencia de la Virgen Aparecida, cuyos orígenes ya hemos explicado. 

Y abajo, a la izquierda, la imagen de un acebo quiere recordar a Patxi y Daniel, dos etnobotánicos de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, que tras la Fiesta de las Doncellas de Sorzano subieron a La Hermedaña a plantar dos pequeños acebos que ellos mismos trajeron de Donostia – San Sebastián.


X Romería, año 2013.


 

Asociaciones y ayuntamientos se esfuerzan por que la Fiesta transcurra en un ambiente de hermandad, y una forma de conseguirlo es poner un dulce a la jornada.

Finalizada la Entrega de la Llave, la Asociación Panal invita a los romeros a unos exquisitos lazos que son elaborados de víspera por varias mujeres de Nalda.

Por su parte, los hermanos Maiso, de la Asociación Amigos de Sorzano, ofrecen un rico zurracapote con el que regar los lazos y otros dulces que circulan por la campa de mano en mano.

Junto al librito que recibe el nuevo mayordomo, en el que anotará durante su mandato aquello que considere de interés, el cartel de la X Romería evoca el reparto de las ricas vituallas.

 

 ASÍ TRANSCURREN LAS ACTUALES ROMERÍAS.

Las Romerías a La Hermedaña se celebran el primer sábado de agosto y son convocadas con carteles como los aquí mostrados.

Todos estos carteles fueron diseñados por Andreas Ostreicher, miembro de la Asociación PANAL de Nalda.

El acceso a La Hermedaña se realiza en coche o andando, siguiendo caminos forestales y sendas que hace años abrieron los voluntarios y que actualmente desbrozan operarios de la Consejería de Medio Natural.

La Fiesta comienza a las 11 de la mañana con un almuerzo de hermandad y se celebra en ocasiones una salve o Misa de campaña que da paso a varias intervenciones.

Con frecuencia se dedican unos minutos a temas relacionados con la historia de La Hermedaña, y a veces presentan sus proyectos asociaciones y ayuntamientos.

A continuación, el alcalde o presidente de la asociación que ejerce la mayordomía hace entrega de la llave al nuevo mayordomo, y da lectura al escrito que dejó como testimonio en el “librito anaranjado”.

Este “riguroso” protocolo se rompe en el momento que aparece Andreas con la caja repleta de lacitos, y se convierte en “anarquía” cuando los hermanos Maiso hacen circular los porrones de zurracapote.

Los romeros van desapareciendo lentamente y hacia la una del medio día siguen cantando jotas, ¡los de siempre!

 

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